بيان المجمع الانطاكي المقدس
المنعقد في دير سيدة البلمند بتاريخ 2-4 تشرين الأول 2012
افتتح المجمع الأنطاكيّ المقدّس أعمال الدورة العاديّة التاسعة والأربعين في دير سيّدة البلمند (2-4 تشرين الأوّل 2012). وقد توجّه صاحب الغبطة البطريرك إغناطيوس الرابع إلى المطارنة الحاضرين بكلمة شدّد فيها على أهمّيّة الشهادة المسيحيّة في بلادنا والعالم، والسعي إلى تعزيز الحضور المسيحيّ فيهما، ومواجهة التحدّيات التي يواجهها أبناء الكنيسة في أوطانهم.
توقّف آباء المجمع المقدّس عند الأحداث التي تشهدها منطقتنا، وما ينتج عنها من انعكاسات على المواطنين على اختلاف انتماءاتهم. وهم يضرعون إلى الله كي يعود السلام والاطمئنان إلى أوطاننا، فتسود قيم الحرّيّة، والعدالة، والمساواة، وينعم المواطنون بغد مشرق ومستقبل واعد لأبنائهم. وقد أكدوا على النقاط الآتية كمنطلق لأيّة مقاربة تحترم الرؤية المسيحيّة للإنسان ولدور الكنيسة في العالم:
- أهمّيّة الحضور المسيحيّ المشرقيّ. المسيحيّون المشرقيّون أبناء هذه المنطقة، التي هي مهد المسيحيّة، قدّموا للكنيسة الجامعة باقة من أهمّ آبائها وعلمائها. تاريخهم شاهدٌ على انفتاحهم وانخراطهم في الحياة العامّة، وقد أغنوا الحضارة العربيّة بإسهامهم العلميّ والفكريّ والأدبيّ. المسيحيّون المشرقيّون، أبناء الكنائس المسيحيّة المتنوّعة، مدعوون إلى الالتزام بقضايا الإنسان والأوطان، مع الأمانة لتعاليم الإنجيل والتقليد الكنسيّ. وللكنيسة الأنطاكيّة الأرثوذكسيّة، المتجذّرة في المشرق العربي، أن تؤدّي دور الريادة في إظهار وجه المسيحيّة الأصيل الخادم للإنسان دون النظر إلى انتمائه العرقي، أو الديني.
وقد رأى الآباء في تنامي الهجرة، وبخاصّة ممّن ينتمون إلى فئة الشباب، من منطقتنا إلى بلاد الاغتراب خطرًا يهدّد الحضور المسيحيّ الفاعل في مجتمعاتنا. لذلك لحظوا ضرورة تثمير الأوقاف ودعم المؤسّسات الكنسيّة من أجل خدمة متنامية للمؤمنين، لترسيخ وجودهم في ديارهم، وتأمين مقوّمات البقاء والثبات في البلاد التي دعانا الله إلى الشهادة فيها.
- روح السلام. المسيحيّون المشرقيون مدعوون إلى الالتزام بالعمل الدؤوب من أجل إحلال السلام في ربوعهم. هم أبناء المحبّة والوداعة الإنجيليّة وكنيستهم تدعوهم ليكونوا أمناء لهذه الخصوصيّة. لذلك، تنبذ الكنيسة العنف الممارس في العالم العربيّ عمومًا، من قتل وتهجير وتشريد ودمار وفوضى وخطف... فالتاريخ أثبت أنّ العنف، من أيّ جهة أتى، ليس سبيلاً إلى حلّ المشكلات، بل هو يفاقم من حدّة الانقسامات بين أبناء الوطن الواحد، ويدفع نحو مزيد من النـزاعات والحروب.
- واجب المواطنة. من المنطلق ذاته المؤمنون مدعوون ألاّ يستقيلوا من واجباتهم الوطنيّة لأنهم لا ينظرون إلى حضورهم في العالم من وجهة نظر عددية وهم يرفضون اعتبار أنفسهم أقلّيّة، وأن يتمّ التعامل معهم بذهنيّة أقلّويّة. هم مسؤولون، مع شركائهم في الوطن، عن نهضة بلادهم السياسيّة والحضاريّة والاجتماعيّة كجزء من رسالتهم في هذا العالم. وما التأكيد على قيم المواطَنة السليمة والمساواة التامّة في الحقوق والواجبات بين المواطنين كافّة، إلاّ في سبيل السعي إلى صياغة قوانين عادلة يخضع لها كلّ أبناء الوطن الواحد من دون تمييز، وتحقّق التمثيل الصحيح لكلّ مكوّنات الوطن، وتفتح مجالات الخدمة لكل مواطن وفق مؤهلاته.
الكنيسة الأرثوذكسيّة الأنطاكيّة مصمّمة على أداء دور رياديّ كي يقوم أبناؤها بدورهم في تحمّل المسؤوليّات الوطنيّة. في هذا السياق، وعلى الرغم من أنّ الكنيسة لم تتبنَّ مشروع قانون للانتخابات في لبنان، فإنّها تؤكّد على ضرورة سنّ قانون للانتخابات يضمن صحّة التمثيل وعدالته للبنانيين كافةً.
- الإعلام. في عالم أصبح للإعلام فيه دور مفصلي في تشكيل الرأي العام، ونقل المعلومة، وصياغة المعارف، توقّف آباء المجمع عند الأهميّة التي يجب أن تعطى لهذه المقوّمة من مقوّمات مجتمعنا اليوم. فالإعلام الدينيّ مدعوٌ طبعًا إلى بثّ قِيَم المعرفة والحرّيّة والانفتاح والتربية على قبول الآخر، وإلى عدم استعمال المنابر الإعلاميّة على اختلاف أنواعها لإثارة الغرائز وشحن النفوس. لكنه مدعو أيضًا لأداء دور إيجابي في تسليط الأضواء على كل ما يكرّم الإنسان ويرفع من شأنه.
من هذا المنطلق شجب الآباء الإساءات ضدّ الرموز والقيم الدينيّة، واعتبروا ذلك استهدافًا للمسيحيّة والإسلام من أجل زرع بذور الفتنة بين أبناء هاتين الديانتين التوحيديّتين. كما شجبوا ردود الأفعال العنفيّة ضدّ تلك الإساءات، ورأوا أنّها لا تنسجم مع روحيّة المسيحيّة والإسلام اللذين يدعوان إلى تحكيم العقل والحكمة في أيّ عمل يقوم به المؤمنون.
وفي الختام توجّه صاحب الغبطة بالشكر العميق إلى أصحاب السيادة الآباء الأجلاّء الذين تقاطروا من أنحاء العالم كافّة ليعبّروا عن وحدتهم ومحبتهم وتضامنهم في انتمائهم إلى كنيستهم الأنطاكيّة الأرثوذكسيّة المشرقيّة.
Comunicado Oficial del Santo Sínodo Antioqueno
celebrado en el Monasterio de Nuestra Señora del Balamand
del 2 – 4 Octubre 2012
El Santo Sínodo del Patriarcado Greco-Ortodoxo de Antioquía celebró su 49ª sesión en el Monasterio Patriarcal de Nuestra Señora del Balamand los días 2 al 4 de Octubre de 2012. En su discurso inaugural a los arzobispos miembros del Santo Sínodo, Su Beatitud el Patriarca Ignacio IV resaltó la importancia del testimonio Cristiano en la región y en el mundo, la necesidad de esforzarse para fortalecer la presencia cristiana y el deber de confrontar los desafíos que sufren los feligreses en todo el mundo.
Los Santos Padres se detuvieron a analizar los eventos que se están desenvolviendo en Medio Oriente y el impacto que ellos tienen en la vida de los ciudadanos de todas las confesiones. Los Padres elevaron sus oraciones ante el Señor por la paz y la estabilidad en estas tierras, para que los valores de la libertad, la justicia y la igualdad prevalezcan y para que los ciudadanos tengan la perspectiva de un futuro prometedor para sus hijos. Los Padres ratificaron los siguientes conceptos como punto de partida para cualquier propuesta que respete la visión cristiana del hombre y el rol de la Iglesia en el mundo:
- La importancia de la presencia cristiana en el Oriente: Los cristianos de Oriente son oriundos de la región, que es la cuna de Cristiandad. Ellos ofrecieron a la Iglesia Universal un gran número de sus Padres más prominentes, teólogos y pensadores. Su historia da testimonio de su hacia los demás y su participación en el desarrollo de los pueblos. Ellos han enriquecido la civilización Árabe a través de sus contribuciones científicas, filosóficas y literarias. Los Cristianos de Oriente, miembros de diferentes iglesias cristianas, son llamados a comprometerse por el ser humano y por sus naciones con fidelidad a las enseñanzas del Evangelio y a la Tradición de la Iglesia. La Iglesia Ortodoxa Antioquena, arraigada en el Oriente Árabe, debe desempeñar un rol protagónico en la presentación de las enseñanzas auténticas del Cristianismo y promoviendo el bienestar del hombre sin importar la raza o religión.
Los Santos Padres ven con preocupación la elevada emigración, especialmente entre la juventud, como una amenaza real a la presencia Cristiana efectiva en el Oriente. Por ello consideran necesario que se inviertan las propiedades de la Iglesia y se asista a las instituciones eclesiásticas a fin de satisfacer las necesidades crecientes de nuestra gente y para confirmar su presencia en sus tierras de origen, donde Dios los designó como testigos de Su Verdad.
- El Espíritu de la paz: Los Cristianos del Oriente están llamados a trabajar activamente por la paz. Ellos deben vivir en amor y humildad bíblicos, y deben intensificar los valores que los distinguen como hijos del Evangelio. Por esta razón, la Iglesia condena la violencia en el mundo Árabe en general tal y como se manifiesta en matanzas, desplazamiento y desalojo de poblaciones, destrucción de propiedades, desorden cívico y secuestros. La historia ha comprobado que la violencia, sin importar su proveniencia, no ha sido nunca el método adecuado para solucionar ningún problema. Al contrario, contribuye a una mayor división entre la gente y a conflictos y guerras mayores.
- El deber de ejercer la ciudadanía: Asimismo, los fieles no deben renunciar a sus deberes nacionales, ni tampoco deben percibir su presencia en el mundo a través del prisma de los números. No han de considerarse una minoría ni han de ser tratados como una minoría. Ellos son responsables, junto con sus compatriotas, de plasmar un renacimiento de la vida política, social y cultural en sus tierras. Es un deber que forma parte de su misión en este mundo. La afirmación de los valores de una ciudadanía íntegra y justa en derechos y deberes se logra a través de la adopción de leyes justas para todos, sin discriminación. Estas leyes han de permitir una representación auténtica de todos los miembros de la nación y han de proveer oportunidades iguales para todos los ciudadanos para que administren los puestos públicos de acuerdo a sus capacidades para los mismos.
La Iglesia Ortodoxa Antioquena está comprometida a ejercer un rol principal para que sus fieles puedan también asumir las responsabilidades de la nación. En este contexto, y mientras la Iglesia no ha adoptado ni ha patrocinado nunca ninguna propuesta de ley electoral, no obstante, ella afirma la necesidad de una ley electoral que garantice una verdadera y justa representación de todos los ciudadanos libaneses.
- Los medios de comunicación: En un mundo donde los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la formación de la opinión pública, en la transmisión de información y en el desarrollo del conocimiento, los Padres se detuvieron a analizar la importancia que estos medios tienen como un componente más de la sociedad actual. Los medios de comunicación religiosos han de diseminar los valores del conocimiento, la libertad, la apertura y la aceptación de los demás. Los Padres condenan el uso de los medios de comunicación para crear conflicto y fricción. Los medios de comunicación religiosos, insistieron, han de cumplir un rol positivo destacando el valor y la dignidad del hombre.
Consecuentemente, los Padres del Santo Sínodo condenan los ataques en contra de los símbolos religiosos y sus valores, considerándolos una ofensa contra los cristianos y los musulmanes por igual. Ofender los símbolos religiosos siembra las semillas de la discordia y la disensión entre los seguidores de estas dos religiones monoteístas. Similarmente, los Padres han condenado todas las reacciones violentas en contra de estos ataques y consideraron tales como reacciones que violan el Espíritu de harmonía y paz en el Cristianismo y el Islam. Ambas religiones promueven el empleo de la sabiduría, y la razón en cualquier obra que realicen sus fieles.
En conclusión, Su Beatitud el Patriarca Ignacio IV expresó su más profunda gratitud a Sus Eminencias, los Padres del Santo Sínodo, quienes acudieron de todas partes del mundo para manifestar su unidad, su amor fraternal y su solidaridad como miembros de la Iglesia Ortodoxa Antioquena de Oriente.